Manual de un viaje más seguro y consciente a Perú

Terra Explorer
diciembre 16, 2021

En algún momento de noviembre, alguien en el New York Times escribió sobre la pérdida táctil que sufrimos a causa de la pandemia: el hastío causado por la privación del contacto humano. Todo ello en medio del lanzamiento del Metaverso de Facebook, que propone una nueva forma más real de (supuestamente) conectar con los demás. Pero el tacto es insustituible: el tacto real, un anhelo de los tiempos anteriores a los saludos con codazos y la adicción involuntaria a la pantalla. No nos malinterpreten, lo digital es bueno, pero el mundo físico es aún mejor. 

El contacto lo tuvimos con nosotros mismos. Durante el encierro entablamos un acto colectivo de autorreflexión. Y para sorpresa de todos, descubrimos otro tipo de tacto, nos volvimos más conscientes del mundo, de nuestra salud y de nuestra psique—una metanoia—. Y así, el llamado «revenge travel» se impregnó de valores que entonces estaban reservados para aquellos en sintonía con el bienestar y lo sostenible, un cambio que no debe ser simplemente desechado.

Aquí en Terra Explorer, hemos estado en un viaje de sostenibilidad propio desde nuestros inicios. Tradiciones andinas milenarias nos han enseñado sobre la gratitud franca hacia la naturaleza. Trabajamos con comunidades indígenas a menudo olvidadas; reconocemos lo ligados que estamos a su historia, sus ruinas y su entorno. Es apenas justo retribuir más allá de la simple responsabilidad corporativa.

Dejando a un lado los discursos de sostenibilidad, queríamos enumerar cómo tu viaje a Perú puede ser más seguro y consciente sin renunciar ni al tacto ni a los mimos de las vacaciones de lujo

El aire libre

rio rafting

El aire libre se presenta como la panacea para todos los inconvenientes de los viajes. Un viaje al «medio de la nada» debería formar parte de toda receta y recomendación médica. Anunciado por NatgeoTravel y uno de nuestros favoritos: un viaje de ocho días a los bravos rápidos del río Apurímac, seguido de una excursión a la arrebatadora montaña Salkantay.

Este río pasa, a veces, por cañones de granito no más anchos que un mondadientes, y otras veces se abre de par en par al paisaje andino. Hay que decir que el Apurímac tiene rápidos de clase III, IV y V, no aptos para rafters novatos. En cuanto a la excursión, no sólo hay maravillas naturales, sino también ruinas incas poco conocidas a lo largo del camino. Las vistas son inigualables. 

Pero embarcarse en este viaje de varios días no significa renunciar a una buena comida. Llevamos cocineros privados, así que nada de frijoles enlatados a la vista, al menos no cuando se viaja con Terra Explorer Perú. Además, tenemos un sistema de gestión de residuos y de manejo de agua para asegurarnos de no causar daño innecesario a la naturaleza a la hora de acampar o hacer glamping.

Lugares poco conocidos

Olvídate, por una vez, de los Machu Picchus y las Líneas de Nazca y dirígete a lo desconocido. Para ello, contamos con un equipo de expertos en todo Perú dispuestos a poner en práctica sus habilidades curatoriales. Y así, destinos paradisíacos como Chicama, en el norte de Perú -donde están las olas más largas del mundo, sí, del mundo- se convierten en una apuesta más «segura». Un deslizamiento por las olas de este paraíso surfer puede durar hasta dos minutos. 

Hemos dominado la fusión de deportes llenos de adrenalina al aire libre con salidas culturales más tradicionales. A pocas horas de Chicama se encuentra Chanchán, una de las mayores ciudades del mundo antiguo, anterior a los incas. También hay un museo dedicado a la Dama de Cao: una de las gobernantes más poderosas de la América Antigua. Su lujoso sepulcro estaba repleto de objetos de oro y plata. Un Tutankamón femenino, por decir lo menos. 

Retiros de Bienestar

terra explorer turismo comunitario

Se habla mucho de Machu Picchu, y con todo el derecho del mundo. Pero además de la pintoresca ciudadela, Perú alberga un montón de paisajes paradisíacos escondidos en el Valle Sagrado, a cuarenta y cinco minutos de Cusco. Allí, el propio terreno remoto parece ser de otro mundo, etéreo y místico. Perú es una cosa rara: un país en el que los paisajes históricos crean una atmósfera curativa para aliviar a los que resuelven visitarlo. 

¿Pero qué es un viaje wellness? En pocas palabras: el turismo wellness es un tipo de viaje que persigue el bienestar. Lo que implica depende de ti (somos partidarios de los itinerarios a medida, aunque hacemos excelentes sugerencias). Además de los esperados masajes y los tranquilos picnics, consideramos una alimentación sana a base de superalimentos andinos, sesiones de yoga con vistas al espléndido Valle Sagrado de los Incas, rituales ancestrales que nos enseñan gratitud, glamping que no supone complicaciones y el contacto con comunidades remotas cuya población aprecia una forma de vida más lenta y amable (algo de lo que deberíamos aprender). 

Turismo comunitario

La agitación y el bullicio de la vida urbana tienen un atractivo particular, pero la belleza bucólica de los caseríos enclavados a lo largo del Valle Sagrado, emparejados a un modo de vida menos frenético, hacen de éste un destino digno de ser visitado. Estos pueblos rurales son el punto intermedio ideal para los urbanitas a los que no les gusta tanto acampar o subirse a una balsa. 

Para los que no estén familiarizados con el turismo vivencial, el objetivo aquí es aprender y participar en las costumbres y la vida cotidiana de los Andes rurales, que implican mucho trabajo en la tierra, comida sin ingredientes impronunciables y pensar en lo colectivo en lugar de lo individual. 

Entre las tradiciones, hay un ritual que creemos que puede ser un catalizador para reavivar nuestra relación con la naturaleza. Consiste en materializar nuestra gratitud a la Madre Tierra por criarnos y proporcionarnos alimentos y recursos. Esta es una ceremonia religiosa que data de tiempos preincaicos y que pone en evidencia algo que nosotros, los occidentales, tendemos a pasar por alto por nuestra educación humanista: lo mucho que tomamos de la naturaleza sin pensarlo dos veces. 

Un viajero feliz = Un árbol feliz

Para algunos detractores, el ecoturismo es sólo una moda que habla desde la superioridad moral; para nosotros, es sólo parte de nuestro amor por la naturaleza. Es lógico que te preocupe el cambio climático si te consideras una persona apasionada por las actividades al aire libre. Aunque estamos lejos de ser la Stella McCartney de los viajes, siempre buscamos formas de evitar daños innecesarios a la Madre Tierra. Por cada viajero que recibimos, plantamos un árbol. Incluso nos asociamos con REGENERA para compensar nuestra huella de carbono y de agua. 

La deforestación ilegal en Perú es un problema fuera de control, con miles de kilómetros cuadrados talados cada año. Por favor, visita la página web de REGENERA y dona también. Son una gran organización que está haciendo grandes cosas por el planeta. Puede incluso optar por compensar su huella de carbono y de agua con donaciones trimestrales.

Ahora ya sabes cómo tomar unas vacaciones más conscientes y seguras en Perú. No dudes en hurgar en nuestra web, inspírate y contáctanos para planificar tu próxima escapada de lujo.


Noticias Relacionadas

Post anterior

La dicha de pescar en Perú

Siguiente Post

Pasa tu próxima Navidad en Perú