Hace unos días, eché un vistazo al NYTimes para encontrar un artículo bellamente escrito por Michael Snyder sobre la casa prismática y arropada por hormigón del célebre artista peruano Miguel Andrade en Lima. Esto me recordó a la creciente escena arquitectónica de la metrópolis costera, que hoy se nutre y toma de la ecléctica y variopinta historia de la ciudad, así como de los ismos en boga.
Por eso, en Terra Explorer, nos sumergiremos brevemente en 5 edificios contemporáneos de Perú que inspiran a arquitectos, diseñadores y artistas por igual. Asegúrate de añadirlos a tu tour arquitectónico cuando consultes con tu asesor de viajes a medida. Aviso: Ya se ha escrito mucho sobre el campus de la UTEC, así que por una vez nos saltaremos esa parte.
Esta es la segunda parte, así que asegúrate de echar un vistazo a nuestro Tour Histórico Arquitectónico de Perú.
Concebido inicialmente para ser la sede del Ministerio de Pesca, este edificio es la mejor muestra de la arquitectura brutalista en Perú. Hoy alberga el Ministerio de Cultura y un centro de convenciones. El enorme edificio de hormigón no sólo es imponente por fuera, sino también por dentro. El vestíbulo aprovecha toda la altura del inmueble y una serie de tragaluces iluminan los interiores. De hecho, la luz natural acapara el espectáculo, ya que incluso resplandece detrás de un sol inca dorado incrustado en lo alto de las paredes grisáceas.
Es un golpe maestro de los arquitectos peruanos, todos ellos criados en facultades de Lima. Encuéntralo a lo largo de la bulliciosa avenida Javier Prado, en San Borja.
Sandra Barclay y Jean Pierre Crousse son probablemente los arquitectos más laureados y conocidos de Perú. Su obra les ha valido una constelación de premios internacionales. Y Corriente Alterna es un desvío de su enfoque neo-brutalista de la construcción -uno que suele transubstanciar el minimalismo arquitectónico precolombino en funciones y formas contemporáneas.
Esta obra, específicamente, consiste en una adición vidriada que «flota» sobre un edificio histórico diseñado por Emilio Harth Terré. El inmueble original, bautizado por algunos como neoincaico por su ornamentación de inspiración inca, diseñada bajo una óptica post-Beaux-Arts, fue la antigua residencia del arquitecto. En la actualidad, alberga una escuela de arte y diseño. Barclay y Crousse optaron por una tripartición del anexo de dos pisos con la esperanza de no eclipsar la creación de Harth. Las tiras de láminas de cristal esmerilado y transparente sobresalen irregularmente a lo largo de las tres hileras con un efecto asombrosamente moderno y a la vez etéreo.
Esto está más en consonancia con la estética preferida de Sandra y Jean Pierre, el hormigón monumental y desnudo. El edificio -un museo dedicado a los tiempos extintos del terrorismo en Perú- se apodera de un paisaje imposible: los acantilados de las costas de Lima. En cierto modo, el edificio continúa de forma angular las formas geológicas, ya que está casi incrustado en la escarpa. Por ello, las vistas despejadas del Pacífico son uno de los focos de atención.
El severo hormigón se funde armónicamente con los áridos precipicios y la vegetación autóctona otoñal. La entrada, un prolongado sendero desde las agitadas calles de la ciudad, invita al visitante a un lugar recóndito pero grandioso. Un sistema de escaleras y terrazas -un eco de la arquitectura precolombina- conduce a un puñado de espacios que pueden utilizarse independientemente para otros fines distintos de sus fines archivísticos, por lo que se convierte en un nuevo espacio público para la cultura y el esparcimiento sereno.
Aunque discreto visualmente, este es un estudio sobre materiales y técnicas constructivas cuya procedencia habla de la multiplicidad de relieves y tradiciones del Perú -y de cómo la geografía y la biodiversidad han delimitado la materialización de la arquitectura durante milenios-. Así, el restaurante está, tal vez inadvertidamente, repleto de materiales (mampostería, columnas, mesas, etc.) procedentes de la miríada de biosferas peruanas, todos ellos forjados y trabajados por artesanos locales -que son fundamentales para el equipo de Rafael- a fin de que aparezcan como elementos más bien crudos. La madera amazónica, el barro de Lima y las encimeras de piedra de los Andes son sólo algunos de los medios más «salvajes», que coexisten con formas muy modernas y pulidas, aquellas que forman parte de nuestro lenguaje de diseño universal.
Para apreciar realmente el edificio, te recomiendo que visites la web de Rafael Freyre para leer toda la reseña. Ah, y por cierto, a partir del 2022, Central, de los chefs Virgilio Martínez y Pía León, es el segundo mejor restaurante del mundo según la vigilada lista The 50 Best. Encuéntralo en Barranco.
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Sí, se trata de un edificio residencial, por lo que no podrás entrar sin más. Sin embargo, eso no nos impide a los aficionados a la arquitectura contemplar la esplendorosa fachada, que toma notas de la estética del siglo XX en Barranco -cuando era una ciudad de veraneo para las élites-. Las ventanas con marcos franceses en madera pueblan la estructura tripartita, y una cornisa de marfil sobresale por encima de las paredes grises. Así, este edificio se convierte en una austera y sorprendente reinterpretación de la historia del lugar.
Y ahí lo tienes, 5 edificios contemporáneos que todo aficionado a la arquitectura debe visitar en Perú. Y si estás buscando tours privados de arte o salidas culturales en esta nación austral, contacta a nuestro equipo de expertos para un viaje a medida a Perú.
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